¡ADIÓS CHANCLA! Por Alejandro Cruz Martínez
Una tarde del mes de septiembre fuimos a la tierra de mi tía Alicia mi madre, mi hermano y yo, para ayudarla a sembrar calabacines.
Mi primo Luis y yo nos subimos a un contenedor de basura de la tierra, ibamos andando por el filo y en un descuido, me resbalé y caí dentro del contenedor. Me puse nervioso porque me empecé a hundir entre la basura, menos mal que agarré la mano de mi primo y pude subir.
Cuando estaba fuera me di cuenta que me faltaba una chancla. Cuando fui a decirselo a mi madre iba blanco del susto. Mi madre cuando me vio todo mojado y sin la chancla se asustó. Le dije madre…no me riñes que no lo volveré a hacer.